Tras una dura batalla, conquista dicho pueblo para el bando
de Juana la Beltraneja.
Mientras tanto, Laurencia, la hija del alcalde, le dice a
una amiga que el Comendador, que ya tenía fama de aprovecharse de las mujeres
del pueblo, le había propuesto a Laurencia ser amantes, pero ella lo rechazó.
Los Reyes Católicos se enteran de que la Ciudad Real ha sido
conquistada por las tropas del Maestre de Calatrava y de Fernán Gómez y deciden
enviar sus tropas a Ciudad Real para derrotar a los de Calatrava y retomar la
ciudad.
El Comendador se encuentra por casualidad con Laurencia y
trata de llevarla a su palacio a la fuerza. En ese momento llega Frondoso, que
está enamorado de Laurencia, y la rescata, apuntándole su ballesta al
Comendador.
Tras este suceso, el Comendador está furioso por el rechazo
de Laurencia y quiere detener a Frondoso por haberlo amenazado con la ballesta.
Además, recibe la noticia de que los Reyes Católicos han retomado Ciudad Real.
Frondoso le pide la mano a Laurencia y ella lo acepta, pero
en medio de la celebración de la boda, llega el Comendador y detiene a los
novios.
El pueblo, ya harto de los robos, atropellos y crueldades
del Comendador, decide unirse y tomar la justicia por su mano. Una noche llegan
al palacio, invaden su casa y lo matan en nombre de Fuente Ovejuna y de los
Reyes Católicos.
En el juicio, cuando el juez les pregunta quién mató al
Comendador, todo el pueblo responde: “Fuente Ovejuna, señor”. El puebo pide el
perdón real y los Reyes Católicos absuelven el pueblo, porque es imposible determinar
la identidad de los culpables concretos, e incorporan la villa a la corona
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